Que solucione la pestilencia del drenaje que brota y recorre el río Jale enfermando a la población, piden vecinos del barrio de Cuba en pancartas a presidente de Tlapa, en la Montaña de Guerrero

Tlapa de Comonfort, Guerrero; México. 08 de diciembre de 2019. Antonia Ramírez. Vecinos del barrio de Cuba exigieron al presidente de Tlapa, Dionicio Merced Pichardo García que atienda el problema del drenaje que brota y corre sobre el cauce del río Jale generando enfermedades en los habitantes y los que transitan por el lugar.

Los vecinos colocaron está tarde pancartas y denunciaron la falta de atención del municipio pese a que ellos han solicitado se canalicen las aguas negras que brotan de colonias ubicadas en la parte superior, sin que les hagan caso y lo único que les dicen es que lo van atender y que no hay dinero, que el tesorero no lo da.

Los vecinos se quejaron porque hoy el ayuntamiento inaugura las fiestas decembrinas con una pista de hielo, villas navideñas, espectáculos de patinaje, tobogán de hielo, según ha difundido serán gratis y le cuestionan que esos recursos mejor los invierta en atender el brote de las aguas negras.

En una de las pancartas, le dijeron que acuda a inaugurar la poza de aguas negras o que una pista de hielo es un lujo innecesario que no nos beneficia en nada, un drenaje correcto es una necesidad primordial o señor presidente ya no aguantamos este olor, queremos solución a las aguas negras.

Mencionaron que, si bien es un problema que ha pasado en otras administraciones municipales porque las lluvias arrancan los tubos, le han dado mantenimiento, pero en esta que gobierna Morena lleva así desde que asumieron, hace más de un año y sólo van a cambiar de lugar el flujo de las aguas negras.

Dijeron que ese brote afecta a decenas de niños que acuden a los preescolar y primarias cercanas a los márgenes del río Jale; a los que caminan por ahí para ir a las secundarias y media superior.

Los vecinos dijeron que hacían su denuncia con temor porque desde el ayuntamiento les dicen que aguanten y no digan nada porque están trabajando y si se quejan ayudan a sus adversarios; además de que con lo que pasa en la ciudad, no saben quién va ayudar o quién no.

En el recorrido se observó que las aguas negras corren sobre la superficie dejando olores pestilentes a su paso, por más dos kilómetros; cerca de la iglesia de Cuba el agua se mete a unos tubos y el flujo vuelve a salir a la superficie, entre las colonias Caltitlán y Peligro, a la altura del puente peatonal.